Conociendo mi estado Miranda

  Gran parte de las costumbres mirandinas representan una ocasión para reafirmar los orígenes comunes de cada pueblo, donde confluye la religion católica y la herencia africana.   Entre la fiestas patronales tenemos:    Los Diablos Danzantes de Yare: Ha  logrado mayor reconocimiento nacional e internacional, se efectúa por lo general en el mes de mayo, el jueves de Corpus Christi.   La fiesta de San Juan Bautista: Celebrada los 23,24 y 25 de junio.   La festividad de Nuestra Señora del Carmen : Celebrada el 16 de julio   La parranda de San Pedro : Celebrada el 29 de junio    El Cristo de la salud de Petare : Celebrada el último domingo de septiembre   La bajada de los palmeros del Ávila o de Chacao : Se realiza al comienza de la Semana Santa, todos los sábados luego del viernes de Concilio.   La Cruz de Mayo: Festividad bastante difundida en Venezuela y muy arraigada en el estado Miranda.

   Existen dos elementos emblemáticos en esta región: Los tambores, en su extensa gama de forma y sonoridades, como fulía , curveta, chimbangle, redondo o culo y cumaco; y el arpa mirandina, con sus 36 cuerdas. La sensual percusión de los primeros y el delicado sonido de esta última son acompañados frecuentemente por bandola, cuatro, maracas, carángano, laures, furruco o guarura.    Sin esperar la llegada de las fiestas conmemorativas, entretejiendo la rutina diaria de las faenas y los encuentros familiares y amistosos, el repique del tambor se transforma en parte esencial de la sensibilidad de los mirandinos en la  subregión  de Barlovento, de la misma forma como lo hace el arpa de los Valles del Tuy.   Otra de las más bellas expresiones de nuestro folklore es el llamado golpe tuyero o joropo central, en Miranda ha alcanzado mayores niveles de difusión como genuina manifestación popular en comparación con otras ciudades.    

    Por su cercanía con la capital de la nación, Miranda se ha contagiado de su carácter cosmopolita e incluso industrial. No obstante, conserva aún gran parte de sus manifestaciones culturales ancestrales, especialmente en los poblados y municipios de la zona de Barlovento y en algunas zonas pertenecientes a lo que se conoce como Gran Caracas.   La producción artesanal está relacionada principalmente con la fabricación de instrumentos musicales, muchos de ellos usados en ritos y festividades autóctonas de la entidad, y también con objetos de culto o piezas decorativas y utilitarias. Tres manifestaciones artesanales mirandinas son la elaboración de tambores, la creación de máscaras  de diablos y la técnica del arte murano.

Debe su nombre al prócer de la independencia Francisco de Miranda. Posee 21 municipios, 55 parroquias civiles y , anteriormente una Alcaldía Mayo, que gobernaba solo en cuatro municipios de este estado, que eran pertenecientes al Distrito Metropolitano de Caraca, los cuales son : Baruta, Chacao, El Hatillo y Sucre y sus principales ciudades son Los Teques, Guarenas, Guatire, Charallave, Cuá, El Hatillo, Santa Teresa del Tuy, San Francisco de Yare, Caucagua, San Anatonio de los Altos, Santa Lucia, Higuerote y Rios Chico    

   La gastronomía mirandina se identifica por la utilización  del plátano, cambur, aliños, coco y papelón como base para la preparación de las comidas. Tiene su propios  repertorio de sabores, aromas, recetas e ingredientes, que la diferencia  del resto del país. Tal es el caso de los golfeados, un tipo de pan endulzado con papelón  y que se acompaña con queso de mano. Estas prácticas  alimentarias se encuentran con mayor fuerza en la región de Barlovento, mientras que en los pueblos de los Altos Mirandinos, co agrio.mo el Jarillo, se percibe una marcada influencia europea, tales como los platos de origen alemán: salchichas con papa y repollo agrio.   En Higuerote el menú criollo está integrado por el tropezón y la cayuga, compuesta por plátano maduro, coco, papelón, aliñó y topocho; ambas de origen africano. En Cúpira, pueblo del municipio Pedro Gual, son famosas las naiboas, que es casabe con dulce de miel o papelón, al igual que conservas de diferentes frutas como el coco. Y cómo

   El territorio mirandino dibujo su identidad nutriéndose étnica y culturalmente de tres grupos principales: indígenas, europeos y africanos.   El influjo de sus habitante originarios bordeó la toponimia de algunos pueblos y lugares de estos valles y serranías. así como, los teques,  arbacos y otros nos legaron como Cocuizas, Paracotos, Tácata, Súcuta, Guaire, Mariches, Ocumare, Cupira, Charallave, Baruta y Chacao.   Simultáneamente los pobladores europeo afianzaron e irradiaron sus hábitos, creencias y tradiciones. Asi surgieron los llamados pueblos de doctrina, agregaron a la toponimia la vision cristiana propia del misionero. Tales son los casos de Santa Rosa de Lima de Charallave, nuestra señora del Rosario de Cua y San Francisco de Pauda de Yare.   La necesidad de mano de obra y la consiguiente importación africana añadió en el tercer componente protagónico en el proceso de mestizaje. Estos hombres y mujeres traídos fundamentalmente para trabajar en los cultivos y la comercializa